miércoles, 23 de marzo de 2011

Amanece.



Volver a levantarte, no dejar que esos momentos tan tristes terminen venciendo a los momentos de plenitud, plántale cara al dolor. Abrir los ojos y aprender de los errores, lo básico. 


“Sólo las peores tristezas son las que te enseñan lo que es la verdadera felicidad.”


Nos viene bien recordar cosas que pensamos que han sido olvidadas, pero no es así, nunca han salido de nosotros, los recuerdos siempre viven latentes en nosotros. Por eso se llaman “recuerdos“..


Decía Napoleón Hill : “Cada adversidad, cada pena o disgusto; trae consigo mismo, la semilla de un igual o más grande beneficio”.
Y se parece a algo que la gente suele decir: “No hay mal que por bien no venga.”


A lo que Napoleón Hill se refería, era que cada obstáculo que el hombre encuentra en un momento dado de su vida, es lo que el hombre necesita en ese momento, para que al superarlo se haga más fuerte y tome el siguiente paso hacia delante.


Si no hubiera obstáculos en la vida, seriamos débiles. El superar los obstáculos nos forja el carácter y nos hace más fuertes.


Si no hubiera peligros, no lograríamos el valor y la astucia para vencerlos.


Si no hubiera problemas no adquiriríamos la sabiduría e inteligencia para resolverlos.


No pidamos no tener problemas, porque los problemas siempre van a existir, son parte de la vida. Pidamos que nos conceda sabiduría, para poder resolver los problemas que encontremos en nuestras vidas.

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